Una piel bien cuidada, limpia, suave y sin manchas es seductora. Y esto vale tanto para hombres como para mujeres. Aunque no lo tengamos en cuenta habitualmente, lo cierto es que esa chispa mágica que llamamos “tener piel” con alguien, está relacionada directamente con la salud de nuestra dermis.
Independientemente de la edad y del género, una piel saludable tiende a verse luminosa, agradable al tacto, es capaz de transmitir sensaciones. Por eso su cuidado es un aspecto esencial de nuestra imagen y esto vale tanto para los hombres como para las mujeres. Conviene consultar al dermatólogo al menos una vez para que determine cuál es su tipo de piel y, si hay afecciones como piel sensible, alergias o acné, que les indique el tratamiento médico adecuado.
La limpieza y la nutrición de la piel con productos adecuados, si se realizan a diario, en general son suficientes para mantener la piel radiante y saludable.
RUTINA PARA LAS MUJERES
- A la mañana: Lavar la cara con agua y un producto de limpieza indicado para su tipo de piel, luego aplicar hidratante, una crema de contorno de ojos (a partir de los 25 años), una base con color liviana con factor de protección solar. Después, ya con la piel limpia e hidratada se puede proceder al maquillaje.
- Antes de ir a dormir: Retirar todo el maquillaje con los productos recomendados por el dermatólogo. Según el tipo de piel, se usarán geles jabonosos, leche, emulsión o crema demaquillante, aceites bifaz para el contorno de ojos y pestañas. Luego aplicar el tónico que será astringente o suavizante, para cerrar los poros. Finalmente aplicar la crema de tratamiento nocturno.
En general a la noche se usan cremas nutritivas o despigmentantes.
- Una vez a la semana: Realizar una exfoliación con productos desincrustantes para eliminar las células muertas y renovar la piel. Usar máscaras nutritivas o hidratantes.
RUTINA PARA LOS HOMBRES
A la mañana: Las opciones para afeitarse y al mismo tiempo cuidar la piel del rostro masculino en la actualidad ya no se reducen al jabón y la colonia para después de afeitar, hay que preparar la piel antes de empezar. Se deben retirar todas las impurezas ya sea con lociones de preafeitado o bien con agua tibia y un jabón suave.
Lo ideal es afeitarse después de haberse duchado ya que el vapor abre los poros y facilita la extracción del vello.
Una vez limpia la piel se debe secar bien la cara y masajear bien la barba para determinar la dirección de crecimiento del pelo. Estirar bien la piel con la mano que no se usa para pasar la afeitadora, ya que esto evita los cortes y lastimaduras. Al finalizar se debe usar un producto para después de afeitar sin alcohol, que cierre los poros y humecte la piel.
A la noche: Limpiar la piel con un jabón de glicerina o una emulsión de limpieza suavizante. Luego colocar una crema hidratante según el tipo de piel (grasosa, normal o seca). Es importante utilizar productos de cuidado especialmente formulados para la piel masculina.