Llegan las fiestas y aparece esa típica discusión que surge año a año: ¿Dónde pasamos las fiestas?
Mientras se discute cuál va a ser la sede para pasar el 24 a la noche, si se va a comer asado o platos fríos y si los regalos van a ser al estilo “amigo invisible”, vos tenés otro tema más importante en mente: tenés pareja nueva y te preguntás ¿pasamos las fiestas juntos o separados?
En este post te dejamos 4 preguntas para ayudarte a tomar esa gran decisión.
Cuando hablamos sobre las fiestas no hay mucho para discutir. Es tradición y se festeja.
Renegamos al principio porque a todos nos fastidia un poco el tema de la organización, pero al fin y al cabo sabemos que la vamos a pasar bien. Que más lindo que comer, brindar y estar en familia ¿no?
Sin embargo este momento del año suele ser complicado a nivel emocional por varias razones:
Ver el arbolito de navidad en el shopping ya te da la pauta de que estas aproximándote a las fiestas y eso genera sentimientos encontrados: alivio y stress.
Exámenes, cierres laborales, el final en el colegio de los chicos, reuniones de fin de año, planificación de las vacaciones, etc. Los compromisos son más, el tiempo es menos y para colmo, sabes que llega el calor y te avivaste tarde para empezar el gimnasio.
El cierre del año te provoca análisis. Repasas todos lo positivo y negativo del año y proyectas nuevas aspiraciones para el año que llega. El fantasma de los proyectos inconclusos suele aparecer para esta época. Esto le suma carga emocional al estrés con el que venís arrastrando.
Esta pregunta aparece con el primer adorno navideño que ves. Si no estás en pareja el tema se pone más emocional. Seguramente para esa misma fecha un año atrás, te imaginabas en pareja con esa persona especial, pasando las fiestas en familia y brindando a las 12.
O tal vez, un año atrás si estabas en pareja y no tenías ni remota idea de lo diferente que iba a ser ese próximo años. Y ahora te preguntas ¿qué pasó?
Por otro lado, tal vez el tema de presentar a tu nueva pareja en frente de todos te de vergüenza o busques aprobación de los demás.
Esto puede frenarte a la hora de llevar a tu nueva pareja con vos. Es difícil, pero tratá de separar las ideas.
Esta pregunta es clave. Si sentís que la relación puede evolucionar en algo más está muy bien que aproveches la oportunidad para presentar a tu pareja, pero si todavía no estás segura/o de que pueden llegar a algo más, mejor ni piensen en la reunión familiar.
Sincerate. ¿Querés llevar a alguien para taparle la boca a la tía Susana o querés realmente disfrutar su compañía durante la noche? ¿O es porque todos van en pareja?
Si la respuesta es NO a todas estas preguntas, entonces vas bien.
Las fiestas son un momento especial en el año y la idea es que la puedas pasar bien. La clave, entonces, es que te sientas cómoda o cómodo con la situación.
Si tenés dudas sobre el futuro de la relación o hace muy poco que están saliendo, mejor dejar esta situación para más adelante.
Nadie dice que vaya a ser para siempre, lo importante es como te sentís en ese momento. Animate al amor y a la compañía!
¿Y vos, qué opinás? ¿Llevarías a tu nueva pareja a la cena de navidad?
Para fin de año nos replanteamos cosas y nos surgen preguntas existenciales
¿Será que no soy feliz?
¿A caso me confundí de profesión?
No sé si realmente estoy enamorado de mi pareja.
De una u otra manera, todos pasamos por algún momento pensativo que nos suma carga emocional. Fin de año no es buen momento para tomar decisiones.
Fin de año no es buen momento para tomar decisiones.
Un extraño en la reunión familiar ¿Seguro que lo/a vas a llevar? Navidad siempre es en familia y esto implica tal vez reunirse con personas que a veces ves poco pero que siguen tu vida de cerca, por supuesto, porque son tu familia (y además te tienen en Facebook jaja).
Las tías y los abuelos están pendientes de tu vida amorosa más que de cualquier otra cosa. Si vas solo/a o en compañía, creeme que lo van a notar. Y por eso no es una decisión para tomar a la ligera.
Llevar a alguien nuevo a la cena familiar es asegurarte las miradas de todos. Las tías le van a pasar un escáner de arriba abajo, los niños le van a insistir para que jugué con ellos y seguro algún primo le hace una pregunta incómoda.
Si estas en dudas sobre si es el momento adecuado para llevar a tu pareja a la reunión de navidad, acá van a algunas preguntas que podés hacerte para saber si estas en esa etapa.
Como ya hablamos, fin de año trae un montón de reflexiones y recuerdos. Es un gran momento de introspección pero también es un momento de compartir. Muchas veces esa sensación puede confundirse con tus verdaderos sentimientos hacia esa otra persona.
Si tenés un recuerdo de estar solo todas las fiestas, seguramente creas ideal que este año se cambie la racha y puedas besar a alguien a las 12.
Por otro lado, tal vez el tema de presentar a tu nueva pareja en frente de todos te de vergüenza o busques aprobación de los demás.
Esto puede frenarte a la hora de llevar a tu nueva pareja con vos. Es difícil, pero tratá de separar las ideas.
Esta pregunta es clave. Si sentís que la relación puede evolucionar en algo más está muy bien que aproveches la oportunidad para presentar a tu pareja, pero si todavía no estás segura/o de que pueden llegar a algo más, mejor ni piensen en la reunión familiar.
Sincerate. ¿Querés llevar a alguien para taparle la boca a la tía Susana o querés realmente disfrutar su compañía durante la noche? ¿O es porque todos van en pareja?
Si la respuesta es NO a todas estas preguntas, entonces vas bien.
Las fiestas son un momento especial en el año y la idea es que la puedas pasar bien. La clave, entonces, es que te sientas cómoda o cómodo con la situación.
Si tenés dudas sobre el futuro de la relación o hace muy poco que están saliendo, mejor dejar esta situación para más adelante.
Nadie dice que vaya a ser para siempre, lo importante es como te sentís en ese momento. Animate al amor y a la compañía!