“Magalí, sólo te queda un deporte de riesgo por hacer, y es enamorarte de verdad. Ponete las pilas y ayudá al destino”

Esa frase me voló la cabeza. Yo venía sin tener una relación estable desde hacía 10 años y obviamente, en el fondo, por más que a muchos les dijera “estoy bien sola“, moría por enamorarme.

​Esa misma noche recordé que existía esa página, Zonacitas, en la cual tenía una cuenta que había creado en el 2005 pero que casi no usé. La abrí de nuevo, actualicé las fotos y casi jugando, empecé a “buscar hombres”.

Habrían pasado 2 horas entre que reabrí la cuenta hasta que recibí el mensaje de Gastón. Chateamos toda esa noche, todo el día siguiente por Skype y fin de año y año nuevo por Whatsapp. No podíamos dejar de escribirnos. Era como si nos conociésemos de toda la vida.

Al cuarto día salimos. Y siempre digo lo mismo, no fue amor a primera vista, el amor que nos tenemos fue creciendo de a poco, día a día, sanamente y cada día nos sorprendemos más de cómo crece ese amor.

“No creo en las casualidades, creo que nos estábamos buscando y Zonacitas nos dio las herramientas para el encuentro.”